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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

miércoles, 16 de julio de 2008

LOS NICOLAÍTAS: QUIENES ERAN?

(Rosario - Santa Fe - Argentina)

Nueve capítulos de este libro han sido dedicados a destacar la importancia del discipulado en quienes han sido adquiridos como herencia del justo. Ud. y yo hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, pero hay millones de hermanos que anhelan ser enseñados pero advierten que se generan situaciones que impiden que ellos se enraícen en el Señor.

Veinte años de mi vida cristiana lo invertí en orar para que mi Padre tocara el corazón de los “lideres” para que estos hicieran lo que había sido mandado.

El Señor dice en Ap 2.6: “Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco”.

La Iglesia de Éfeso aborrece lo que aborrece el Señor: las obras de los nicolaítas.Si Ud. desea saber cuáles son las obras de los nicolaítas, lea el libro de Watchman Nee titulado “LA ORTODOXIA DE LA IGLESIA”.

Las obras de los nicolaítas están relacionadas con la JERARQUÍA entre los santos, entre los cuales algunos se convierten en GOBERNANTES de los demás, Esto trajo como consecuencia el CLERO y el LAICADO. (Clero: refiere a jerarquías sacerdotales, sean estos obispos, cardenales, pastores.)

En la iglesia de Éfeso no estaba presente la doctrina o la enseñanza de los nicolaítas. Esta se desarrollo mas tarde. Pero si existían sus obras y actividades, o sea, cierto tipo de jerarquía constituida de clérigos y laicos.

La palabra nicolaítas es una latinización de la voz griega nicolatai, cuya raíz es nicolaos, que a su vez se compone de dos palabras griegas: nico y laos.

“Nico” significa conquistar o estar sobre otros.

“Laos” quiere decir gente común, seglares o laicos.

Nicolaos, pues, significa conquistador de gente común, persona que está sobre los laicos.

La palabra NICOLAITAS refiere a un grupo de personas que se consideraban a sí mismas superiores a los creyentes comunes, por su grado de autoridad. . Indudablemente esto constituye la jerarquía establecida y perpetuada por el catolicismo y el protestantismo, (evangelismo). El Señor aborrece las obras y el proceder de los nicolaítas y nosotros(los hijos verdaderos) debemos aborrecer lo que el Señor aborrece.

Dios, en su propósito tiene la intención de que TODOS los SUYOS sean SACERDOTES y le sirvan directamente. En Éxodo 19.6, les mando a los hijos de Israel que fueran “un Reino de Sacerdotes”. Esto significaba que Dios deseaba que TODOS fueran sacerdotes. Sin embargo debido a que los israelitas adoraron al becerro de oro Ex 32.1-6, perdieron el sacerdocio y solamente la tribu de Leví, debido a su fidelidad hacia Dios, fue escogida para reemplazar a toda la nación de Israel en el oficio de sacerdotes de Dios, Ex 13.25-29; Dt 33.8-10.

Por consiguiente, hubo una clase mediadora entre Dios y los hijos de Israel. Esto se convirtió en un firme sistema dentro del judaísmo.

En el Nuevo testamento Dios ha vuelto a Su intención original de acuerdo con Su economía, y HA HECHO SACERDOTES A TODOS lo que creen en Cristo, Ap 1.6; 5.10; 1P 2.5,9.

“6 Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.” (Ap 1.6.)

“10 Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.” (Ap 5.10.)

“5 Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” (1P 2:5.)

“9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” (1P 2:9.)

Pero durante la era de la Iglesia primitiva, desde el siglo primero, surgieron los NICOLAITAS como una CLASE MEDIADORA la cual corrompió el propósito de Dios. De acuerdo con la historia de la iglesia, esto llegó a ser el sistema adoptado por la Iglesia Católica Romana y fue preservado por las iglesias protestantes, (evangélicas).

Hoy en la Iglesia Católica Romana está el sistema sacerdotal; en las iglesias estatales, el sistema clerical; y en las iglesias independientes, (denominaciones y congregaciones protestantes-evangélicas), el sistema pastoral.

Todos estos sistemas en SU PRÁCTICA son una clase mediadora, lo cual destruyó el SACERDOCIO UNIVERSAL de los creyentes. De manera que tenemos dos clases distintas; el CLERO y el LAICADO, los protestantes o evangélicos, pentecostales y luteranos, bautistas o los Hnos. Libres, Nazarenos y Metodistas, Adventistas,...etc,..etc.. Y como se llamen, no están ajenos; pero aún peor, pues creyéndose los poseedores de las verdades eternas, decidieron ser ciegos y no dejar ver; así instauran un sistema de dependencia pastoral jerárquico en los que los fieles son sometidos por sus doctrinas.

En la VIDA de IGLESIA diseñada por JESUCRISTO no existe esta diferencia, esta división, TODOS son SACERDOTES de DIOS, ¡vean el libro de los HECHOS!.

La clase mediadora destruyó el sacerdocio universal de la economía de Dios; es por eso que el Señor la aborrece. En Hch 6.5 entre siete que servían había uno llamado Nicolás. No hay indicio alguno en la historia de la iglesia de que este haya sido el primer nicolaíta, pero ellos iniciaron el robo más grande de la humanidad: ROBARLE el MINISTERIO a la IGLESIA...

¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo. (Hechos 7:52.)

Si observamos la historia de la iglesia y meditamos sobre su existencia, constataremos que Dios siempre levantó hombres a los cuales pudo confiar la revelación genuina de Su Palabra.

Por eso, a través de los siglos, muchas verdades espirituales han sido recobradas. Sin embargo, existe un hecho inquietante: a cada nueva revelación, la edificación de la iglesia avanza, avanza... pero luego se detiene. Ocurre algo que impide la continuidad de ese recobro: divisiones, desánimo, infidelidad, incredulidad, hombres que se exaltan, hombres que Dios se encarga de tirar abajo,...etc. ¿Por qué sucede esto? El libro de Nehemías nos trae luz sobre este asunto.

La reedificación de Jerusalén no tuvo éxito debido a la interferencia de los enemigos, que siempre causaban confusión entre el pueblo y la ciudad, y los edificadores, desanimados, se detenían.

Nehemías, cuyo corazón estaba puesto en la casa del Señor, ordenó que los muros de la ciudad fuesen reedificados, impidiendo así la entrada de los intrusos. Los muros protegen y preservan todas las verdades espirituales, y así la edificación no se interrumpe, sino que puede caminar a pasos largos hacia su conclusión.

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¿ES EL SÁBADO EL SELLO DE DIOS?

Este tema y epígrafe está dedicado para mis amigos adventistas del séptimo día y los del movimiento de la reforma, en espera que puedan reflexionar sobre ello, y refutar mi posición con una exégesis seria, y no con simples citas bíblicas sacadas de su contexto, si esto sucede, tengan por seguro que recibirán la respuesta adecuada, para cada uno de ellas.

El Sábado y El “Sello de Dios”

Para los Adventistas del Séptimo Día el sábado tiene una importancia considerable, más de lo que la mayoría de los cristianos puede darse cuenta. Es visto como la “verdad probadora” para los últimos días. Ellos creen que en algún tiempo “pronto” los verdaderos cristianos serán separados de los falsos “cristianos,” y que el punto de separación será la lealtad a Dios que se manifestará por la observancia del séptimo día sábado. Aquellos que rechacen la “verdad” del mensaje del séptimo día sábado, en ese tiempo recibirán la marca de la bestia, que ellos creen será la adoración obligatoria en domingo. Así, según la escatología de ellos, todo el cristianismo caerá en uno de estos dos campos:

1.- Guardadores del verdadero séptimo día sábado que tienen el “sello de Dios”

2.- y aquellos que adoran en domingo que recibirán la “marca de la bestia.”Pero ¿de dónde sacan esta escatología tan defectuosa?; la respuesta está como siempre de su "luz menor", la seudo profetiza Ellen White. Esta seudo profetiza nos refiere lo siguiente:

“La señal, o sello, de Dios está revelada en la observancia del séptimo día sábado, el memorial de la creación del Señor. “El SEÑOR le ordenó a Moisés: Diles lo siguiente a los israelitas: Ustedes deberán observar mis sábados. En todas las generaciones venideras, el sábado será una señal entre ustedes y yo, para que sepan que yo, el SEÑOR, los he consagrado para que me sirvan” Éxodo 31:12, 13. Aquí el sábado es claramente designado como una señal entre Dios y Su pueblo. La marca de la bestia es lo opuesto—la observancia del primer día de la semana. Esta marca distingue a aquellos que reconocen la supremacía de la autoridad papal, de aquellos que reconocen la autoridad de Dios.” E. G. White, Testimonios para la Iglesia, Vol. 8, p. 117.

Hay que recordar a todos los estudiosos de las sectas que esta no es alguna teología periférica dentro de la Iglesia ASD; es el mero corazón del Adventismo tradicional. Es llamado “El Mensaje del Tercer Ángel” (de Apoc. 14:6—12). Es la base de su logo oficial, que se puede ver en muchas iglesias ASD y en muchas de sus publicaciones. Es éste “mensaje” lo que da propósito a la existencia de ellos. Es ésta “verdad” la que manda la continua presencia de ellos en el mundo.

Debido a este entendimiento, muchos que dejan la Iglesia Adventista del Septimo Día viven bajo el miedo y la culpa; sino referiremos un testimonio de su seudo profetiza, para certificar lo que se manifiesta:

“Es el plan de Satanás debilitar la fe del pueblo de Dios [miembros ASD y reformistas ASD] en los Testimonios [escritos de la seudo profetiza Ellen G. White]. Luego sigue el escepticismo con respecto a los puntos vitales de nuestra fe, los pilares de nuestra posición, después la duda en cuanto a las Santas Escrituras, y después la marcha cuesta abajo a la perdición. Cuando los Testimonios que fueron una vez creídos, son dudados y abandonados, Satanás sabe que los engañados no se detendrán en esto; y redobla sus esfuerzos hasta lanzarlos a una abierta rebelión, que llega a ser incurable y termina en la destrucción.” E. G. White, Testimonios para la Iglesia, Vol. 6, p. 335. Es así que los adventistas temen que puedan ser engañados y terminar recibiendo la marca de la bestia en vez del sello de Dios.

1.- Sufren de culpa pues ya no adoran más en la “iglesia verdadera, remanente.”

2.- Muchos que dejan la Iglesia ASD se sienten aislados.

3.- No se sienten cómodos para adorar en alguna iglesia cristiana local que adore en domingo, por temor a que pudieran recibir la marca de la bestia. Por esta razón(es), muchos andan tropezando en su vida espiritual, adhiriéndose desesperadamente a sus amigos que están en los linderos de la Iglesia Adventista, ó a algún otro grupo sabatista.

Cristo: La Verdad Probadora, provee un fundamento sólido y escritura! para aquellos que no están seguros de su aceptación ante Dios; de esto se hablara en el siguiente post. Sin embargo, consideremos ahora la doctrina ASD respecto al sábado y el Sello de Dios.

La siguiente cita es tomada del “Resumen de Creencias Doctrinales ASD” como se encuentra en el reverso de su Certificado de Bautismo.

El séptimo día de la semana es la señal eterna del poder de Cristo como Creador y Redentor, y es por lo tanto el día del Señor, o el sábado cristiano, constituyendo el sello del Dios viviente. Debe ser observado desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado.

El apoyo tradicional para el séptimo día sábado como el sello de Dios, viene del entendimiento común de lo que un sello es: una marca que muestra autenticidad (1) dando el nombre del que está en autoridad, (2) el título del que está en autoridad, y (3) el dominio del que está en autoridad. Los Adventistas del Séptimo Día muestran que el sábado del cuarto mandamiento tiene toda ésta información: “El Señor” (nombre), “El Señor Tu Dios” (título), “que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos” (dominio).

Esto puede ser un buen razonamiento humano, pero el Nuevo Testamento nunca habla del sábado como el sello de Dios. Debido a que el mandamiento del sábado fue puesto en el mero centro de los Diez Mandamientos, sirvió como el sello dinástico del pacto sinaítico. En varias ocasiones dentro del antiguo pacto encontramos que el sábado es llamado una señal. En contexto, el sábado siempre es la señal entre Dios y los hijos de Israel, sino veamos algunas citas.

1.- Diles lo siguiente a los israelitas: “Ustedes [los israelitas, no los cristianos o gentiles] deberán observar mis sábados. En todas las generaciones venideras, el sábado será una señal entre ustedes y yo” (Ex. 31:13).

2.- [El sábado] una señal eterna entre ellos [los israelitas] y yo (Ex, 31:17).
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3.- También les di mis sábados como una señal entre ellos [los israelitas, no los cristianos o gentiles] y yo, para que reconocieran que yo, el SENOR, he consagrado los sábados para mí (Ez. 20:12).

4.- Yo soy el SENOR su Dios. Sigan mis decretos, obedezcan mis leyes y observen mis sábados como días Consagrados a mí como señal entre ustedes [los israelitas no los cristianos o gentiles] y yo, para que reconozcan que yo soy el SEÑOR su Dios (Ez. 20:19, 20).

El sábado nunca es llamado un sello O señal dentro del nuevo pacto. Durante el ministerio de Jesús, Él fue el sello, sino veamos la siguiente cita.

Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación (Jn. 6:27).

Ahora que Jesús ha ascendido al Padre, el representante de Cristo, el Espíritu Santo, es el sello que el cristiano recibe cuando cree, comprobemos con las citas bíblicas respectivas.

1.- Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. El nos ungió, nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón, como garantía de sus promesas (2 Cor. 1:21, 22).

2.- En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espfritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria (Ef. 1:13, 14).

3.- No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención (Ef. 4:30).

4.- El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios (Rom. 8:16).

Según el Nuevo Testamento, el sellamiento tiene lugar cuando una persona pone su fe solamente en Cristo para salvación, y es regenerada por la obra soberana del Espíritu Santo. Es algo simultáneo a nuestra entrada al verdadero reposo de Dios.

Según la Escritura, el séptimo día sábado no es el sello de Dios. Según el Nuevo Testamento, el séptimo día sábado no es la señal que debe ser recordada por los cristianos; en vez de eso, los cristianos deben celebrar la Cena del Señor (la señal del nuevo pacto) en recordatorio de Cristo. Los cristianos están sellados con el Espíritu Santo.

Con Sincero Aprecio Cristiano.

MARCO

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