Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 27 de mayo de 2008

ARMAGEDÓN

A R M A G E D Ó N


Dr. Javier Rivas Martínez (MD)


«Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón» (Ap.16:16).

El valle de Armagedón está situado en las planicies de Esdraelón, y allí se han entablado importantes confrontamientos bélicos durante toda la historia de Israel.
En dicho lugar, Barac derrotó al rey de Hazor (Jue. 4:15), Gedeón hizo sucumbir a los madianitas, y la muerte del rey Ocosías también fue en es ese sitio a manos de Jehú (2 R. 9:27-29). Pero llegará el día, que el mayor enfrentamiento de todos, entre las fuerzas de reino del mal y el reino de luz, se lleve cabo en este lugar, para que el Guerrero del cielo, Cristo el Mesías, en un santiamén, destruya de una vez por siempre a sus enemigos con furor terrible (2 Ts.1:7, 8).

Cristo habló de su regreso en gloria y poder para reinar la tierra como el Mesías de Dios (Lc.21:27; Is. 9:7). Su reino, será uno de gran luz, de amor y de justicia (Is.cap 11), y sus fieles siervos reinarán con Él por mil años en la tierra (Ap.cap. 20). Pero antes de que así acontezca, Cristo deberá ajustar primero a los inicuos que se revelaron contra su Dios, a los que no obedecieron sus decretos, pero que se complacieron en la maldad y en la injusticia (2 Ts. 2:12): El valle de Esdraelón será testigo de cruenta mascare provocada por el Rey de reyes al descender del cielo en ira santa (Ap. cap. 19).

«Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a maneras de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso» (Ap.16: 13, 14, 15).

Casi al terminar la Gran Tribulación de los postreros tiempos, el Anticristo y su consorte religioso, es decir, el falso profeta, y los demonios de Satanás, engañaran a los que gobiernen la tierra en ese tiempo de horrenda oscuridad, para juntar sus poderosos ejércitos, que sin duda alguna, habrán de poseer un tremendo armamento nuclear para enfrentar al Mesías Guerrero que desciende airado. Insolentemente, sin medir las consecuencias, enfrentarán al Mesías deliberadamente, pero el resultado lógico del enfrentamiento, es mortalmente tétrico para los hombres terrenos:

«Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque el es Señor de Señores y rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles» (Ap.17:14).

Cristo destruirá a sus enemigos con la espada que sale de su boca (Ap.19:15), y trescientos kilómetros de área terrestre se llenarán de sangre que llegará hasta los frenos de los caballos (Ap.14:20). Así terminará el último reinado gentil en el mundo, y Cristo se sentará en el trono de David su padre (Lc. 1:32, 33), para reinar con vara de hierro las naciones (Sal. 2), conforme a la promesa de Dios hecha a quienes han sido parte de su pueblo santo (2 de P. 3:13).
¡Amén!

DIOS Y LAS NEURONAS

Neuroteología: La Ciencia del Dios Químico


Por el Dr. Javier Rivas Mtz (MD)


«La neuroteología es una rama de la neurociencia que estudia el componente neurológico de las experiencias religiosas. Se han descubierto patrones electromagnéticos de la actividad cerebral que son activados por ciertas costumbres, como la meditación, o por otros métodos, como la inducción de impulsos electromagnéticos al cerebro, las sustancias psicodélicas e, incluso, la modificación genética. La neuroteología investiga ahora si es posible integrar de manera artificial las experiencias religiosas en nuestras vidas» (Yaiza Martínez).

De acuerdo a las expectativas y elucubraciones de algunos científicos, el cerebro está capacitado genéticamente para «animar la fe religiosa» según un estudio. Los científicos que trabajaron en el caso y que concluyeron lo dicho anteriormente, obtuvieron imágenes de la actividad cerebral con un dispositivo de alta tecnología, el SPECT, que utilizaron en monjes tibetanos budistas y monjas franciscanas mientras se encontraban meditando. Precisaron que el impulso de la meditación religiosa afecta el estado neuroquímico del cerebro. Estas investigaciones se dieron en 1970.
Dicen los maestros de la ciencia, que el cerebro tiende a cambiar con las conductas del individuo para adaptarse, sobre todo, en los lóbulos prefrontales en aquellos que tienen experiencias místicas-religiosas y que se les ha considerado «los que provocan la unidad en el cosmos, para los monjes buditas, y la proximidad a Dios, para las religiosas franciscanas». La palabra Neuroteología, fue propuesta en un principio por el escritor inglés Haldous Huxley (quien uso drogas y describe sus experiencia con ellas), y se utiliza para determinar la relación de las experiencias religiosas con la actividad biológica de los lóbulos cerebrales. Esta «ciencia nueva» se ha estudiado en las siguientes universidades: "The Ohio State University", "Harvard Divinity School", "Pennsylvania Medical School" y en el "Garret Evangelical Theological Seminary".
Mirando un programa científico televisivo unos días atrás, me enteré asombradamente de la existencia de esta «nueva ciencia»:
Se cuestionaba si en realidad los sucesos religiosos descritos en la Biblia fueron fueron francamente de origen divino o producto de una actividad neurobiológico cerebral determinada. Se habló de las experiencias religiosas aparentemente sobrenaturales del apóstol Pablo, poniéndose en tela de juicio su veracidad por eventos subjetivos celestiales quizás relacionados por una epilepsia del lóbulo temporal, es decir, como génesis de ellas. La epilepsia del lóbulo temporal se caracteriza clínicamente por presentar, a parte del síndrome convulsivo, alucinaciones que pueden ser auditivas, olfatorias y visuales. Aunque los científicos no concluyen con exactitud si las experiencias religiosas de esta índole tienen que ver con la función cerebral, siempre les surge a ellos la pregunta: ¿La fe en Dios es el resultado de la actividad cerebral humana? ¿Quién es el ingeniero qué ha concebido un cerebro tan complejo? ¿Es la religión un mero producto de la biología cerebral, o es qué ha sido capacitado misteriosamente para conocer a Dios? La Biblia dice que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Vemos en las Escrituras que ese hombre fue formado como un ser pensante, racional, inteligentemente capaz, libre para cumplir los designios del Dios Bendito al que estaba sujeto, y en su condición pura y santa, su relación fue íntima con el Creador. Si el hombre en un principio logró tener una cercanía máxima con Dios, es porque sencillamente fue capacitado con un cerebro increíble, hasta ahora, que desplegaba a través de su diseño especial anatómico y funcional una inteligencia, un pensamiento razonable para establecer una comunión íntima con él en el Edén paradisíaco. Esta interacción Deidad-Humana en principio antiguo, fue exactamente como la que se dio con Moisés y Dios en el Santo Montes posteriormente (Ex. cap.19, 20, 21).

La Biblia dice que Adán y Eva oyeron literalmente la voz de Dios (Gn. 3:8), Adán habló con Dios (Gn. 3:10), habló con Noé y sus hijos (Gn.9:8), con Abraham (Gn. 16:15), en visiones con Ezequiel (Ez.cap.1), en visiones al rey Nabucodonosor (Dn. cap.2), a Daniel el profeta de la misma manera (Dn. cap.7, 8, 9, 12), a Zacarías (Zac. cap.2), al apóstol Pablo (Hech. cap.9; 2Co. cap. 12), al apóstol Juan (Libro de Revelaciones), y a otros más de la misma manera.
La Biblia dice que Dios se manifestó («habló», Heb.1:1) a los profetas, y si es Dios, habrá de ser, deductivamente, de forma sobrenatural, cuya razón fue la de trasmitir eventos proféticos de importancia y trascendencia por medio de sus fieles servidores y que habrían de cumplirse posteriormente con pasmosa exactitud (Hechos Proféticos). Es raro que algunos mediadores químicos o neurotransmisores puedan influenciar en los cumplimientos sobrenaturales de carácter religioso a un determinado plazo, y lo más extraño de todo, con tremenda precisión. Pienso, que los científicos no se han detenido a analizar la anterior cuestión. Existen un puñado de profecías bíblicas que hablan del advenimiento de Jesucristo, y todas se cumplieron al pie de la letra. Dios promulgó juicio profético contra muchas naciones paganas e inicuas en el AT. y su cumplimiento se cristalizó, al pie de la letra, tarde que temprano, exactamente como los grandes profetas santos lo vaticinaron al ser usados por el Divino. Históricamente, no hay cabida para justificar algún error en las profecías bíblicas. ¿Pueden unas determinadas sustancias químicas neurocerebrales llevar a cabo asombrosas formas de predicción y cumplimientos, tan extraordinarios que lo dejan a uno con la boca más abierta que un cenote? La Biblia nunca dice que el hombre fue creado con poderes extraordinarios. Si lo piensa de esa manera, ha creído la mentira de y seréis como Dios (Gn. 3:5) que promociona enfáticamente la Nueva Era.Yo creo que aquí, hay más que eso. Los científicos piensas que probablemente los mecanismos fisiológicos cerebrales que hacen emerger las experiencias místicas y religiosas en los diferentes grupos son los mismos que indujeron los relatados en la Biblia, pero contrariamente de lo que creen, sabemos por la revelación célica escrita que son verdaderas experiencias sobrenaturales de la Suprema Deida y vividas por los hijos de los hombres (como por ejemplo, las teofanías), evocadas por el Dios Maravilloso y Todopoderoso, de los portentos y de los milagros. Sabemos, que las experiencias místicas de otros grupos religiosos (místicos-orientales) no dejan de ser fantasmalmente subjetivas, espantosas e irreales que han sido inducidas por situaciones condicionadas, en ambientes que rasgan en la religiosidad fanática y «calientemente espiritual». El resultado de las experiencias religiosa-místicas son únicas, individuales, dependiendo del carácter y del temperamento de la persona. En el pentecostalismo carismático, las mujeres son las que tienen más experiencias de esta clase, sencillamente porque la mujer, por su naturaleza, psicológicamente es más emotiva y sublimada que los individuos del sexo masculino. De manera diferente, pero con un resultado casi idéntico, fue por medio de drogas alucinógenas que los pueblos paganos de antaño dieron uso para fines iniciáticos-místicos. En Colombia en el día de hoy, se utiliza la droga que recibe el nombre de Ayahuasca con el esta finalidad. El Peyote y la Mezcalina en México son utilizados por los chamanes con propósitos similares desde tiempos ancestrales y también para los de hoy, para el alcance de experiencias místicas religiosas que no dejan de ser intrascendentes para el hombre.
La Biblia dice que Cristo tomó a tres de sus discípulos y subió al monte santo en el que se transfiguró delante de ellos, y no solamente eso, ellos pudieron ver por medio de una visión a Moisés y Elías, y una nube que les hizo sombra. Oyeron la voz de Dios que les hablaba desde ella, en lo alto (Mr.9:2-7). Pedro, más tarde, habla de este testimonio colectivo en una de sus cartas:

«Pero cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía; Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo» (2.P.17, 19).

La causa de las experiencias sobrenaturales verdaderas en los seres humanos es el mismo Dios por medio de su Espíritu Santo:

«Y después de esto derramaré mi Espíritu a toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones» (Jl. 2:28).

El diablo ha ido perfeccionando sus patrañas engañosas «mejorando magistralmente su obra demoníaca que enseña en la Universidad de las Sombrías Tinieblas» para la destrucción de los ignorantes y desprevenidos con el truco actualizado que recibe el nombre de Neuroteología, para desacreditar la veracidad de las experiencias sobrenaturales bíblicas. Ayer, Satanás formalizó la Alta Crítica y levantó con pasmoso engaño a los Teólogos Liberales para ridiculizar y sobajar los hechos sobrenaturales de las Escrituras Sagradas, y desgraciadamente, su esfuerzo, no ha sido de todo en vano. Hoy, la Neuroteología es una farsa completamente satánica que reduce a Dios a una fórmula meramente química producida en las neuronas mortales de los seres humanos pecadores (¡Qué vil contraste: ¡Hágame usted el favor!).
La Biblia dice que Dios está en los cielos, y todo lo que quiso fue hecho por él (Sal.115:3), que su Eterno Poder y Deidad han sido manifestados desde la creación del mundo (Ro.1:20), que es Dios Sempiterno (Is.40:28), que es Inmenso (1 R.8:27), y Todopoderoso (Gn.17:1). También la Palabra Santa dice que Dios destruirá a los soberbios (Is.2:11-12) y a los mentiroso en el Lago de Fuego, como son los individuos que afrentan su Palabra con ideas falsas y quiméricas (Ap.21:8), como en el caso de los creadores vanos de la Neuroteología, que no deja de ser una hueca seducción de elevada ficción y de naturaleza condenatoria extrema.
¡Cuidado cristianos que vuelan bajo!
Dios les bendiga siempre.

LA JUSTIFICACIÓN DIVINA

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)


Es cierto que el Señor Jesucristo envió al rico a la Ley cuando el joven le cuestionó por la manera de cómo poder heredar la vida eterna (Mr.10:17-22), pero la verdadera finalidad fue el de mostrarle que la salvación es imposible por medio de ese fundamento pasado y ya muerto (Ver 2 Co. cap. 3). Cualquiera que quiera justificarse por medio de las obras de la Ley, entonces tendría que cumplir cada uno de los puntos que ordena y exige ésta (Ga.3:10; Stg.2:10). A la verdad, nadie lo ha logrado, y ni nadie lo hará jamás. Pablo explica que ningún hombre por medio de las obras de la Ley será justificado ante Dios (Ro.3:30; Ga. 2:16). La función actual de la Ley es de dar conocimiento del pecado (Ro.3:20; 7:7), obligando al ser humano bajo la convicción de ser pecador a venir a Cristo (Ga.3:24). De tal manera, podemos decir que la justificación es por medio de la Gracia de Dios:

«. . . siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús» (Ro.3:24). «. . . para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme la esperanza de la vida eterna» (Tit.3:7).

Queda establecido, entonces, que la fuente u origen de la justificación es en base a la Gracia de Dios. No se alcanza por obras de justicia que nosotros hayamos hecho, y sigamos haciendo (Ef.1:9), sino «por su misericordia que él nos salvo» (Tit.3:5).
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La justificación se originó en el mismo corazón de Dios. Él miró la falta de justicia en nosotros que nos llevaba a la muerte y también la incapacidad que teníamos para obtenerla. Por su amor y bondad, nos suministró justicia, y fue su Gracia la que propició a darla. Dios, sin ninguna obligación, en su Gracia, consideró nuestra culpa, y en su grande misericordia se acordó de nuestra infinita y terrible miseria.
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La justificación se realiza por medio de la «Sangre del Cordero», de Jesucristo, y claramente lo podemos ver en los siguientes textos:

«Por cuanto mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de ira» (Ro.5:9).

«Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no hace remisión» (He. 9:22).

Cristo llevó el peso de nuestro castigo por el pecado en su cuerpo santo. Dios, de ese modo, se encuentra en posición para remitir la pena del pecado y restaurarnos favorablemente para justicia:

«Más el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y pos su llaga fuimos nosotros curados» (Is.53:5).

Además, la justificación es por medio de la fe:

«Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley» (Ro.3:28).

«Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo» (Ro.5:1).

«Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación » (Ro.10:10).

«El hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo» (Ga.2:16).

Nuestra justificación no es por nuestra fe, sino por medio de ella, como mencionamos antes. «La fe no es el precio de la justificación, sino el medio para hacerla nuestra» (Stanton W. Richardson).
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La justificación nos conduce a una vida santa y justa. La vida correcta cristiana es el resultado de la justificación. La justificación no viene por medio de obras humana, por más buenas que sean éstas, nunca habrán de concluirla. El hombre debe ser primeramente justificado para poder agradar a Dios, al conocerle y caminar con él.
Termino así:

«Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo» (1 Jn.3:7).

Dios les bendiga hermanos y amigos siempre.

AVIVAMIENTO: SU REALIDAD

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)


Avivar. Empezar a vivir o nacer. U. t. c. prnl. 7. Cobrar vida, vigor. U. t. c. prnl.

El avivamiento verdadero se concreta en la obedicenca a Dios y en su búsqueda, y no es producto de un estado emocional fugaz, como lo vemos hoy en día en las iglesias que dicen ser de Cristo (ojo pentecostal, que lees el escrito).
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Veamos a continuación, verdaderos avivamientos que se han suscitado en la historia del pueblo de Dios:
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Moisés aceptó las leyes y construyó el tabernáculo (Ex.32.33).
Samuel prometió a Dios el primer lugar de su vida al destruir los ídolos de la casa de Israel (1 Samuel 7:2-13).
David llevó el arca del pacto a Jerusalén y alabó a Dios con instrumentos musicales (2 Samuel cap.6).
Josafat decidió confiar en que solo Dios podía ayudarlo, y su desaliento se torno en gozo (2 Crónicas 20).
Ezequías purificó el templo. Quitó los ídolos, llevó sus diezmos a la casa de Dios (2 Crónicas 29-31).
Josías hizo compromiso para obedecer la Palabra Divina y retirarse del pecado (2 Crónicas 34, 35).
Esdras detuvo la asociación con aquellos que hacían que comprometiera su fe. Renovó el compromiso con los mandatos de Dios y empezó a construir el templo (Esdras y Hageo caps. 9, 10; cap 1, respectivamente).
Nehemías ayunó, confesó sus pecados, leyó públicamente la Palabra de Dios y prometió en forma escrita servir a Dios con todo corazón (Nehemias 8-10).
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Lo que es llamado avivamiento en este tiempo actual por los creyentes medios crudos y verdes, dista anchamente del carácter del que es cierto, como el caso de los ejemplos de avivamiento antes vistos, que muestran una íntima comunión y un encuentro humilde y genuino con Dios. El máximo desorden (la ruidosa música terrena, sobre todo el Rock, los espectáculos cristianizados que tienen luces destellantes y densos humos para espectáculos seculares, etc.) acapara las iglesias, y con error se le ha llamado avivamiento, que es momentáneo, fugaz, por ser cien por ciento emotivo. Una soberana desgracia muy ajena a la voluntad de Dios encontrada en las Escrituras. Dios es desplazado por la mundanalidad que ha entrado burlona y grotescamente en las iglesias profesantes, y la pasión a la oración, a la lectura bíblica, el estar sujetos a la voluntad de Dios en un caminar santo, que es el verdadero avivamiento, se han vuelto un fósil olvidado en el pasado para el creyente promedio y engañado: Un antagonismo bíblico, visceral y espurio, de condenación entera y abominable.
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Hermanos: volvámonos a Dios con cordura e interés. Escrutemos con entrega su Palabra y dejemos el doble ánimo por un lado el cual no trasciende para crecimiento y edificación espiritual pero que conduce a un falso avivamiento que Dios juzgará de mala gana en el día en que revele los pecados de los cristianos carnales y perversos que creyeron servirle bien.

Dios los guarde siempre, y que sea este acápite de amor, bendición para todos ustedes que nos visitan con agrado.

AMILENARISMO INCIERTO

Por Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

La doctrina del Reino Venidero Milenial, que habla del gobierno teocrático literal del Hijo de Dios en la tierra, es puesta en tela de juicio por Orígenes, nacido en Alejandría (185-254). Orígenes fue discípulo de Clemente, que en base a un sistema alegórico interpretativo proveniente de los filósofos griegos, viene a dar paso al surgimiento del Amilenarismo sistemático de Agustín de Hipona (354-430 d.C.), que fue influenciado directamente por el alegorista de esa escuela, Tyconio, que fue donatista. Agustín afirmó que el Milenio Terrenal corresponde a la era de la Iglesia y que es el tiempo entre la primera y segunda venida de Cristo. Estableció que «Satanás está atado hasta que la edad presente concluya». Y si es poco, sostuvo que las naciones no engañadas corresponden a la Iglesia.

La Biblia dice que mil años literales durará el Reinado Venidero, y que habrá de ser regido por el Hijo de Dios, Jesucristo (Apocalipsis 20:2-7). La misma Escritura niega literalmente, en su verdadero contexto, que Satanás esté atado en este tiempo presente (ver versículos bíblicos para comprobar su veracidad: Hechos 5:3; 1 Corintios. 4:3, 4; 12:7; 2 Co.4:4; 1 Tesalonicenses: 2:18; 1 de Pedro 5:8). No cabe duda, que el diablo sigue haciendo de las suyas en el mundo actual. La Biblia dice que al inicio del Milenio escatológico, Satanás, la Serpiente Antigua, el diablo, será atado, y al terminar los mil años será soltado para que engañe a las naciones de la tierra (Leer por favor, todo el cap.20 de Ap. para que bien se entienda).

Un autor dice con certidumbre e importancia:

« . . . San Agustín rechazo el milenarismo a favor del amilenarismo no por razones exegéticas, sino porque entendió que los exponentes del milenarismo de su tiempo no tenían una mente espiritual. El Obispo de Hipona creía que enseñar que en el reino habría comida y bebida en abundancia es una doctrina carnal que debe ser rechazada sin dilación».

El Amilenarismo fue adoptado por la iglesia católica romana y por algunos grupos de cristianos reformados. El pensar ascético de Agustín de Hipona, lo hizo llevar a una altura que lo desubicó del verdadero significado Bíblico del Reino Teocrático venidero, que será, como dijimos antes, literal en toda la extensión de la palabra. Las promesas del Antiguo Testamento habrá de cumplirse en el mundo, y Cristo habrá de gobernar con poder y gloria cada nación en esa era increíble de amor, de justicia, de paz y de amor:

«Cumplirás la verdad a Jacob, y Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos« (Miq. 7:20).

Dios les bendiga, hermanos y amigos míos.

EL ORIGEN DEL PENTECOSTALISMO

Por Javier Rivas Mtz (MD)


Los dones espirituales de poder tuvieron un propósito al principio de la fundación de Iglesia: Dar testimonio a los elegidos del poder de Dios para su conversión, antes de que el último libro bíblico fuera expuesto a la humanidad pecadora. Sabemos que los dones espirituales de poder dejaron de ser ya. Dejaron de ser al cerrarse el canon bíblico porque Dios «habla hoy por el Hijo» a los creyentes, es decir, por medio de su Palabra que está en la Biblia (Hebreos 1:1). Unos concretan que los dones sobrenaturales desaparecieron en el siglo II, otros, que al principio del siglo III. Lo que se sabe perfectamente, es que no hay documento alguno que conste la expresión sobrenatural de ellos, ni tampoco en el tiempo de la Reforma existe información alguna. Si hay algo que se parezca a lo concerniente, aún a lo sumo, no deja de ser una farsa que la Biblia rechaza por su naturaleza no santa.

Dijimos en otra parte, que Ireneo de Lyón, discípulo de Policarpo, y éste a su vez del apóstol Juan, refutó con agresividad, por su naturaleza herética y perniciosa, a la doctrina Montanista, muy parecida a la Iglesia Neopentecostalista Carismática actual, que se caracteriza por sus exageraciones emocionales que parecen espirituales. Los cabos se unen. Los extremos heréticos, uno, que inició en el siglo II de nuestra era, y el otro que apareció a principios del siglo XX, se encuentran cara a cara a pesar de sus distancias cronológicas, para dar lugar al sello personal de la apostasía de hoy, y que fue profetizada por el apóstol Pablo hace casi veinte siglos atrás (1 Timoteo 4:1).

Dos hombres, Fox y Parham, fueron los dos Neo-Montanistas que iniciaron la búsqueda de las manifestaciones espirituales de manera sobrenatural, cultivando el germen patológico que se infiltró como epidemia en las iglesias cristianas, para erguir la torre de la enfermedad maligna que se conoce hoy en día como Carismatismo Neopentecostalisa.

La historia empieza así:

Casi al terminar el siglo XIX, algunos metodistas y diferentes cristianos del movimiento de Santidad, estaban obsesionados en las manifestaciones sobrenaturales de la sanidad divina y del hablar en lenguas. Charles Fox Parham, joven de 18 años, en 1891 enseñaba que el hablar en lenguas era señal del bautismo en el Espíritu Santo. En el año 1900, Parham abrió un colegio en Topeka, Kansas, donde pregonaba que Dios daría a sus seguidores la capacidad de hablar en otras lenguas, sin que éstas hubiesen sido estudiadas previamente. La finalidad era, que al ser capacitados para hablarlas, la evangelización sería un éxito para el alcance del perdido en los diferentes lugares del mundo. Un hombre, A. G. Garr, fue el primer hombre en hablar en lenguas, en Azuza, California. Se trasladó a la India con el fin de hablar el idioma en la mencionada región, cosa que jamás llegó a pasar.
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En diciembre 31, del año 1900, Parham y sus seguidores se reunieron en un culto para recibir el Año Nuevo. Una evangelista de treinta años, Agnes Ozman, pidió que le impusieran las manos para que recibiera el Espíritu Santo, ya que deseaba salir a predicar el evangelio a otras naciones. Se dice que Ozman habló en «chino» en ese día. Una gran parte de los seguidores de Parham, y el mismo, después de esta experiencia, hablaron en lenguas. Aunque muchos de los alumnos de Parham, no convencidos por lo visto, abandonaron terminantemente el grupo.

William J. Seymour, hombre de color de 35 años, evangelista del movimiento de Santidad, de muy poca preparación académica e inhábil orador, tomó del todo el mensaje de Parham, enseñando que el hablar en lenguas era la marca indiscutible del bautismo del Espíritu Santo, como Parham lo había admitido anteriormente en una ocasión. Los prosélitos aumentaban. Muchos empezaron hablar en lenguas, entre ellos Seymour, incluso, hubo alguien que tuvo hasta una visión donde los apóstoles del Señor le mostraban la manera de cómo hablar en lenguas. A Seymour se le conoció con el nombre de El Profeta de Pentecostés para los Ángeles.

Al movimiento se le adjudicó de fanático, que proclamaba una sarta de ideas alocadas. Se advertía del castigo divino para los individuos que cuestionaran los mensajes del predicador. Ya en 1906, en la iglesia de Azuza de los Ángeles California se enumeraba la cantidad de «trece mil conversiones», y su maldad se propagaba por todos lados. Los cultos tenían una duración aproximada de doce horas, donde apenas se leía la Biblia, pero se obligaba el hablar sin alguna discusión en lenguas. Parham fue testigo de las absurdas manifestaciones emocionales suscitadas y pudo darse cuenta que Dios no tenía nada que ver en ellas. Él mismo dijo que la proyección era carnal y que había mucho de matiz espiritista. Dos personas practicantes de la hipnosis, dijeron a Parham que no era grata su presencia en aquel lugar de culto. Seymour falleció en 1922 y su esposa en el año 1936, pero el mal no acabó allí, sino que la peste infecta fue propagada por los adeptos del grupo en muchas partes el mundo.

Bajo la influencia de Seymour, los fundadores del Pentecostalismo Carismático o Neopentecostalismo Carismático (Se ha hecho una tabla divisoria que los considera como dos entidades diferentes, pero, personalmente, la considero muy arbitraria) han dejado trazada una línea doctrinal que la caracteriza actualmente y los elementos que la componen, básicamente son:

1. Fanatismo juvenil.
2. Ignorancia, credulidad ciega, torpeza intelectual, agresividad y dominio emocional (falso concepto de la verdadera santidad).
3. Expectación ardiente de experimentar lo sobrenatural.
4. Interpretación equivocada de las manifestaciones espirituales.

Los líderes de los grupos pentecostalistas, son personas hábiles para sugestionar psíquicamente a los creyentes débiles en su carácter y que tienen poco conocimiento bíblico, como son también aquellos creyentes que están pasando por problemas existenciales y ven en el grupo y en sus cabezas congregacionales un refugio para sus densas cargas morales y emotivas que ellos mismos no pueden llevar. Estos malabaristas del corazón, cuyas base bíblicas torcidas lejos son del conocimiento racional puro y santo que la Palabra de Dios demanda para la cordura de la razón, han infiltrado su manera de pensar en los corazones de quienes la ignorancia no les permite ver la realidad, lográndose así un cristianismo muy lejos de aquel que hace casi dos mil años era practicado con sencillez y solemnidad: Ahora el entorno se ha vuelto un desorden mundano y abunda un místico sentir y apreciar antibíblico. Es conocida la búsqueda de experiencias sensacionalistas por manipulación de la sensibilidad humana en los líderes pentecostalistas que parecen unos duchos y experimentados psicólogos de carrera oficial.

Hermanos, es hora de levantarse con conciencia y carácter de verdadero hijo de Dios, para darle la cara al Creador y así entender y aprobar con certidumbre su verdadera doctrina, que es sencilla, solemne y pura, ajena al desorden que la Iglesia Carismática Neopentcostalista promulga y realiza para confusión y perdición de los individuos que se agradan de avivar las emociones hasta la estratosfera, creyendo que Dios se complace satisfecho con tan encumbrados ritos abigarrados sacados de los adentros putrefactos del perfecto engañador que es el «Padre de Mentira», Satanás, el adversario de Dios, y de los hombres.

EL HORRIBLE SACRILEGIO: LA ABOMINACION DESOLADORA

Por Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

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La Abominación Desoladora, representa la máxima expresión del culto idolátrico, y está relacionada íntimamente, con absoluta seguridad, con la adoración del Anticristo en el Templo de Dios, cuando se haga pasar como tal (2 Ts 2:4). Tanto en griego como en hebreo, Abominación Desoladora significa ídolo. No se le conoce otro significado. Un autor dice al respecto:

«Algunos han confundido la palabra “abominación”, que aparece tanto en Daniel 12:11 como en Mateo 24:15, con una persona, pero tanto en el hebreo como en griego, la palabra significa simplemente un “ídolo”».

La connotación real de Abominación Desoladora es el de idolatrar algo o alguien, con muerte como condición a quien niegue el adorar o el venerar ese algo o alguien.

Existe en el libro de Daniel, un tipo perfecto de La Abominación Desoladora de los tiempos finales, y es en la persona de Antíoco Epifanes IV. Para que el asunto sea comprendido, iremos al Libro de Daniel, capitulo 8:«Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos» (Dn.8:5).
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«Y el macho cabrío se engrandeció sobre manera; pero estando en su mayor fuerza, aquel cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo» (Dn.8:8). Y de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó » (Dn.8:10).

Daniel recibe una la visón de un macho cabrío, que es un símbolo que representa el reino greco-macedónico comandado por Alejandro el Magno (Dn.8:21), es decir, el cuerno notable que salía de aquel macho cabrío. Alejando el Magno fue hijo de Filipo de Macedonia, y se lanzó al a conquista del mundo antiguo cuya victoria fue vertiginosamente rápida sobre el imperio medo-persa guiado por Darío, que es el carnero de Dn.8. La tercera bestia alude la rapidez de la conquista de Alejandro como un leopardo con cuatro alas, un animal muy veloz por su naturaleza felina y que aparece en Dn.7:6. con cuatro alas que lo hacen aun más ligero para la conquista de los pueblos. Las batallas de Granico (334 a. de C.), Isso (333 a. de C.) y Gaugamela (331 a de C.) fueron decisivas para la conquista de Alejandro sobre los persas que quedaron destrozados prontamente por las fuerzas militares del general helénico.
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Alejandro muere prematuramente en Babilonia, en el año 323 a. de C. cuando estaba en la cumbre de la gloria universal. Pero al morir, sus tierras conquistadas fueron divididas entre sus cuatro mejores generales que apoyaron sus campañas belicosas, es decir, por los cuatro cuernos que surgen del macho cabrío de Dn.8:8 y de Dn8:22, y son:

a. Lisímaco: que tomó Tracia y Bitinia
b. Cassandro: que tomó Macedonia y Grecia.
c. Seleuco I: que tomó Siria, Babilonia y el Oriente hasta la Indias.
d. Tolomeo: que tomó Egipto, Palestina y Arabia.

De estos cuatro generales (para ser preciso, de Seleuco I), o cuatro cuernos, surge el cuerno pequeño de Dn 8:10, que es el rey o el tipo de La Abominación Desoladora de los días finales:

«Y al fin del reinado de éstos (de los cuatro cuernos o cuatro generales de Alejandro), cuando los trasgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas» (Es Antíoco Epifanes IV. Ver Dn. 8:23).

Antíoco Epifanes IV fue rey de Siria entre los años 175 al 163 a. de C. y se adentró a la Tierra Gloriosa para devastarla, es decir, la nación de Israel. Antíoco fue el sucesor de una extensa dinastía seléucida que reinaron Siria desde Antioquía, su capital. Antíoco arremetió contra Jerusalén matando a más de 50.000 individuos, entre los que se contaban mujeres, hombres e infantes. Demente por demás, Antíoco vendió como esclavos aproximadamente a 40.000 personas en ese tiempo antiguo.

El Templo dedicado a Yahvé, fue usado para la adoración del dios Júpiter, y en el Altar de Bronce se sacrificaron cerdos y otros tipos de animales que eran inmundos ante el Dios Santo y Verdadero. Antíoco hizo colocar en el Lugar Santísimo una imagen de él para ser idolatrada:

«Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra» (Dn.8:11).

Antíoco, el loco (Epímanes), como le decían sus enemigos, introdujo prostitutas en el templo para realizar sus saturnales orgiásticos y quitó la observancia del día de reposo, así como la lectura de la Escritura Divina, aboliendo además la circunsición.
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El Señor Jesucristo profetiza el tiempo de la aparición de La Abominación Desoladora de los últimos tiempos, aunque en su mente consentía la destrucción de Jerusalén y del Templo de Herodes por los ejercidos de Tito, hijo del emperador Vespasiano, su visón iba más allá del año 70 d. de C., o sea, en la aparición del Anticristo Escatológico, cuando éste se siente en el Templo de Dios e inicie la persecución del Pueblo judío y promueva la adoración de su imagen por los moradores de la tierra:

«Pero cuando veáis la Abominación Desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes, el que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo en casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. Mas ¡ay de las de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta el tiempo, ni la habrá» (Mr.13:14-19).

«Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios » (2 Ts.2:3, 4).

«Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se les ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tienen herida de espada, y vivió. Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen e hiciese matar a todo el que no la adorase» (Ap.13:14, 15).

Podemos ver, que en ese tiempo futuro, que el extremo de la adoración idolátrica habrá de llevarse a un simple hombre mortal que controlará por la fuerza y el engaño a los habitantes de un mundo lleno de temor y de pecado astronómicamente notable.
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El anhelo del diablo es siempre ser adorado como dios (Mt.4:9), y por medio del Anticristo Final se culminará su adoración por una insana humanidad que se pierde sin Dios y sin esperanza (Ef.2:12), en los postreros tiempos:

. . . «y adoraron al dragón (el diablo) que había dado autoridad a la bestia y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella»? (Ap.13:4).

La pregunta es: ¿qué clase de imagen habrán de crear los moradores de la tierra de esa época para que el Anticristo sea adorado? No lo sabemos; pienso, sin ser dogmatizador, que a causa de los grandes avances tecnológicos, pudiera ser que en cada ciudad del mundo se distribuyan grandes pantallas televisivas en las que aparezca la imagen dinámica del hijo de perdición para ser honrado y venerado como ser divino («para que la imagen hablase»). Cuando Juan tuvo la visón de la imagen parlante y móvil del Anticristo, era desconocido e impreciso describir con exactitud el avance tecnológico inexistente que le era mostrado de manera profética y sobrenatural, si es que así fue realmente. Aclaramos que lo escrito con anterioridad, es sólo una idea probable.

Me hace recordar la gran imagen de 60 codos que Nabucodonosor hizo erguir para su adoración en Dura, Babilonia, en donde tres fieles jóvenes judíos amantes del Dios del cielo negaron su veneración profana y que casi les costó la vida, cuando Dios los liberó del horno ardiente por medio de su ángel (Ver: Dn. cap.3). Desgraciadamente, en la Gran Tribulación Final, muchos creyentes que habrán jurado servir a Dios «a pesar de todo», amarán más sus vidas que al que pregonaron conocer, y su fin será la perdurable exclusión del Reino que vienen y que será regido por Mesías de Dios, Jesucristo, el Soberano del los reyes de la tierra, de acuerdo a Ap. 1:5.

El día vienen como un horno, y La Abominación Desoladora, será extinguida violentamente por el Señor. Cristo, en poder y gloria, hará añicos los anhelos de perversidad del Desolador, sin que nadie le ayude para ser exterminado definitivamente en el Lago de Fuego que arde con azufre (Dn.9:27; 11:45; 12:11; Mal. 4:1; 2Ts.2:8; Ap.19:20).

Dios les bendiga siempre hermanos y amigos míos.

¿ES CRISTO VERDADERAMENTE DIOS?


Por el Dr. Javier Rivas Martínez.


«Yo dije: vosotros sois dioses, y todos hijos del Altísimo; pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis» (Sal. 82:6-7).

Se requiere conocer que la palabra Dios es aplicable en Cristo en un sentido diferente, que no concilia con el concepto de Deidad (Is.9:6). Así, Moisés es puesto como dios delante de faraón para advertirle del duro castigo que vendría a la tierra de Cam (Sal.105) al no liberar al pueblo de Israel de su esclavitud de cuatro siglos (Gn.15:13; Ex.3:7-9; 7:1).

En los libros de los jueces es claro ver también que estos fueron puestos como dioses al igual que Moisés, es decir, en otras palabras, como representantes terrenos de justicia del Dios Verdadero (Jn.10:34; Sal.82.6).

La palabra griega ho theos difiere grandemente de la palabra también griega theos que es aplicada a Jesús. La primera, tiene relación con Dios (como el único Dios Eterno), en el sentido de la Deidad, que es infinita y Todopoderosa, y la segunda, con la misma palabra que es usada en Moisés en Ex.7:1. y en los jueces para representar a Dios en su justicia. Así que en Isaías 9:6. Los términos Dios Fuerte, Padre Eterno son aplicables al Señor Jesucristo como fiel embajador para el cumplimento soteriológico y escatológico del Dios Creador que «quiso quebrantarlo sujetándolo al padecimiento» (Is.53:10) y que lo ha puesto como redentor del mundo por su sangre y para regir el Reino Venidero después de su segunda venida al mundo (Mt. cap.24 y 25; cap.20 de Ap.).

En el Testamento Griego de 1881 de Westecott-Hort, podemos ver uno del los textos que han perdido por su mala traducción intencionada la enseñanza verdadera que identifica al Mesías Hombre como tal y no como Deidad (1 Tim.2:5; Mt.25:31), y es Tito 2:13: «Prosdechornai ho makarios elpis kai epiphaneia ho doxa ho mega theos kai sOtEr hemeies iEsous Christos». («…del gran Dios y de nuestro Salvador Jesucristo»).

Un autor defiende con certidumbre esta correcta separación entre Dios el Padre y Cristo como Salvador en dicho texto:

«Tito 2:13 ciertamente se puede traducir “del gran Dios y de nuestro salvador Jesucristo”. Debe ser admitido que la omisión del artículo antes de “salvador” no necesariamente hace que se entienda “Dios” y “salvador” en una misma persona (Speakers Commentary). Algunas versiones como el texto AV; VER; NBI, nota al pie; y la VR, margen) hacen la distinción entre el gran Dios y el salvador».

Si Cristo admitió a los hombres ser inferior al Dios Padre, entonces, ¿cómo podrá justificarse la afirmación Trinitaria, que nació de la perversa doctrina romanista católica, de una igualdad entre Cristo y el Padre Dios por una supuesta consustancialidad? Exegéticamente, esto, es totalmente imposible.
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Si Cristo fuera Dios y menor al Padre a la vez (un Dios más pequeño) lo cual disentimos, entonces el henoteísmo tendría, definitivamente, toda la razón del mundo.

Nuevamente, con respecto al yo soy («ego eimi») de Cristo, es sin duda alguna, la manera de aclarar su identidad con los muchos adjetivos que lo identifican con su propósito mesiánico y con su naturaleza totalmente humana:

. . . Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido. . . (Jn.18:37).

Desde ahora os lo digo antes que suceda, para cuando suceda, creáis que yo soy (Jn.13:19).

. . . Yo soy la resurrección y la vida. . . (Jn.11:25).

Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas. . . (Jn.10:14).

Para terminar, el texto siguiente muestra, como hay otros tantos, que Jehová, Dios y Padre nuestro (Mt.6:9), es el único Dios y que fuera de él no existe otro más:

«Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mi, no hay Dios» (Is.44:6).

Dios les bendiga siempre, hermanos y amigos que nos visitan.

EL TÁRTARO Y EL INFIERNO SEGÚN LA BIBLIA


Por Javier Rivas Martínez (MD)


«Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojo al abismo, metiéndolos en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio» (2 P. 2:4).
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«Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre» (Ap.19:20).

En la mitología griega, el Tártaro es visto como un lugar del inframundo y también como una deidad. El Tártaro era un lugar mucho más profundo que el Hades. Así como el Tártaro, el Hades Griego fue considerado como una deidad y un lugar en que habitaban las almas de los muertos. Más tarde, con los romanos, que siguieron muchas tradiciones de la mitología helénica, aplicaron el concepto de Tártaro al lugar en la que iban las almas pecadoras. El poeta Virgilio describe el lugar como muy inmenso, rodeado del incandescente rió Flegetonte y de grandes murallas que lo hacían inaccesible para el escape. Los pecadores eran castigados allí por sus obras terrenales. En la Biblia, el apóstol Pedro utiliza la palabra original (en casi todas las diferentes versiones se utiliza la palabra Infierno y Abismo para referirse al Tártaro) tartarosas (estar cautivo en el Tártaro) para nombrar el lugar dónde fueron arrojados los ángeles pecadores. En ninguna versión bíblica conocida se afirma o se insinúa que sea un lugar en que el que habitan supuestas almas humanas torturadas por alguna clase de fuego. En 2 P.2:4, en la versión La Biblia de las Américas, en la RV 1960 y en La Biblia Dios Habla Hoy dice que en el Infierno (Tártaro) los ángeles fueron entregados a prisiones de oscuridad, que se encuentran encadenados en tinieblas, en fosos de tinieblas, respectivamente, para ser reservados para juicio (solo en La Biblia Nueva Versión Internacional se menciona la palabra Abismo por Infierno). En La Biblia Nueva Versión Internacional (NVI) dice que los ángeles malos están en tenebrosas cavernas en el Abismo. Realmente, en el original, la palabra «Infierno» no existe en el versículo de la ocasión. El Texto Griego del Nuevo Testamento de AT. Robertson, hace un comentario interesante con respecto al Tártaro:
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«. . . palabra tardía (de tartaros, vieja palabra que aparece en Homero y Píndaro, La LXX, Job 40:15; 41:23, Filón, e inscripciones, denotando la lúgubre y terrible morada de los muertos malvados, como la Gehena de los judíos), y que se encuentra sólo aquí excepto en un comentario antiguo de Homero. Tartaros se encuentra en Enoc 20:2 como un lugar de castigo de los ángeles caídos, mientras que la Gehena es para los judíos apostatas. . . ».

Sin duda alguna, el pensamiento griego pagano influenció grandemente en el concepto real del Infierno bíblico para desviarlo y traer confusión. Tal es, que una buena parte de las Biblia, el Tártaro o Abismo, es considerado incorrectamente como Infierno, según el concepto griego.

El Tártaro de 2 P. 2:4 es el mismo que presenta el Evangelio de Lucas, en el cual los demonios no desean ir: «Y le rogaban (a Jesús) que no los mandase ir al abismo» (Lc.8:31). La Biblia da evidencia del lugar exacto en que se encuentra el Abismo o Tártaro, y es por debajo de la superficie de la Tierra, en sus hondas y vastas profundidades. En el próximo texto, miraremos la salida subterránea de las criaturas infernales que castigarán a los hombres impíos en la Gran Tribulación Final, cuando sea abierto el Pozo del Abismo en esa era lúgubre y de maldad extrema universal:
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«El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se le dio poder, como tienen los escorpiones de la tierra» (Ap. 9:1-3).

Es válido inferir, por el humo que sube del Pozo del Abismo, que hay fuego con seguridad allí. Se ha determinado que a 70 Kms. de profundidad terrestre existen temperaturas hasta de 1000 grados C. A 250 Kms. de profundidad, se ha estimado temperaturas que alcanzan hasta 1500 grados C. Aún así, no se justifica que el Abismo sea un lugar de tormentosa adustión para demonios ni para almas humanas de acuerdo a las Escrituras. Si vemos en 2 P. 2:4 no se menciona que los ángeles caídos sean atormentados con fuego. Dice que están reservados en prisiones de oscuridad para el día de su juicio, guardados para ese tiempo escatológico (ver Jud. 6., y 1 Co.6:3). Tampoco hay explicación alguna, ni nada sugiere que las almas de las personas que han muerto en pecado estén sufriendo en dicha parte o lugar.
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Un autor, escribe con acierto así:

«Tártaros. . . no es Seol o Hades. . . adonde van todos los hombres en su muerte. Ni es donde los malos han de ser consumidos y destruidos, que es la Gehenna. . . No es la morada de los hombres en cualquier condición. Se usa sólo aquí, y aquí solamente en relación con los «ángeles que pecaron» (ver Judas 6). Denota los límites o márgenes de este mundo material. . . ».

La Biblia confirma que el mismo Satanás será encerrado por mil años en ese oscuro lugar (Ap.20:21-21). Al término del Reinado Milenario del Señor Jesucristo, el diablo será soltado del Abismo (Ap.20:7), pero será destruido, no en el Abismo, sino en un lugar diferente, en el Lago de Fuego, que es el mismo Infierno de Fuego, el mismo lugar en que serán destruidos los rebeldes e incrédulos que negaron a Dios y a su Cristo (Ap.20:10, 13-15). Importante mencionar además que se desconoce la ubicación del Lago de Fuego; la Biblia no revela nada del asunto, pero sabemos que es posible su existencia, que sería extraterrena, porque Cristo dijo que está «preparado» (Mt.25:41), al menos que haya aplicado en la frase el sentido proléptico.
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La primera vez que aparece en la Biblia el Lago de Fuego, es en el libro de las Revelaciones. Se narra que allí son arrojados vivos la Bestia y el Falso Profeta (Ap.19:20; 20:10), al finalizar la Gran Tribulación Postrera (Mt.24:29). Se le llama tambien Muerte Segunda (Ap. 2:11; 20:14). Más adelante, en la era posmilenaria, cuando el mundo ya no exista y se de después lugar al Juicio del Gran Trono Blanco para la aniquilación de los impíos, al no encontrarse isncritos en el libro de la vida, el Infierno de Fuego o Lago de Fuego reaparece nuevamente (Ap.20:11-15).

El concepto mitológico del Infierno romano, que se originó en un principio con los griegos, se infiltró como lo hizo la doctrina dislocada de la inmortalidad del alma, con mucha astucia y sutileza dentro del cristianismo antiguo para ser aceptado libremente hasta la fecha. Solo hay algunas algunas variaciones: No existen seres míticos como son los gigantes hecatónquiros, terribles personajes quiméricos de cincuenta cabezas y de cien brazos cada uno. Cabe decir, que en las filas cristianas profesantes de ahora, con una actitud sensacionalista, se ha creído que hay demonios que provocan dolorosos tormentos a las «almas» humanas en pecado en un sitio que no deja de ser tan sólo una quimera, una fábula profana, inexistente, introducida por el pensamiento greco-romano en los albores de la Iglesia de Cristo, de la forma que lo concibió Dante Alighieri y lo plasmó en su Divina Comedia.

La Biblia revela en su contenido que el Infierno o Lago de Fuego es un lugar de carácter escatológico, establecido para el futuro Castigo Eterno y no para ahora (entiéndase como eterno, no como el sufrimiento implacable y sostenido de los injustos, sino en el sentido de la exclusión eterna de la presencia bendita de Dios, cuando sean aniquilados para siempre. Ver: 2 Ts.1:9). El Valle de Hinom era un sitio en el que se quemaba basura y los cuerpos de criminales cerca de Jerusalén. Antes de ser un basurero de fuego intermitente (es por eso que Cristo lo menciona como el fuego que nunca se apaga. Ver Mr.9:47-48), era utilizado para el culto idolátrico del dios falso Moloc y comprendía el sacrificio de niños con fuego (ver. 2 Cr. 28:3; 33:6). Cristo menciona el Valle de Hinom y lo aplica como un símil, en el lenguaje figurado, para referirse al Infierno o Lago de Fuego futuro (El Gehena: Mt.10:28; Ap. 20:14-15). En su segunda venida al mundo, Cristo resucitará a unos para vida y otros para condenación. Los que se encarguen en el futuro de arrojar a los agentes impíos humanos en el Infierno o Lago de Fuego serán los ángeles del Señor, los segadores, cuando aparten el la cizaña del trigo para quemarla (Mt. 13:37-42), cuando los peces malos sean apartados de los buenos (Mt.13:47-50).

Nota de suma importancia: Se está creyendo desmesuradamente que las «voces» que se escuchan en un audio que rueda por muchas páginas en la Internet, cristianas y no cristianas, son de supuestas personas que están en un «Infierno de Fuego» actualmente, sufriendo condena quemante en las partes más profundas de la Tierra.
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Amigos, temo decirles que esto es una gran mentira del diablo para seguir haciéndolos creer en la misma mitología antigua del Infierno que los griegos concibieron. No sabemos a ciencia cierta si es un truco publicitario elaborado por las mentes humanas incitadas de modo perverso por el Maligno, o si el mismo diablo se encargado con sobrenaturalidad del asunto. Pero lo que no se sujeta a la Biblia, fatal error es. Tengan cuidado.

«Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego» (Ap.20:15).

LA CUESTIÓN DEL DIEZMO: LA VERDAD


“¿Cómo se explica que tantos evangélicos y adventistas den su dinero (diezmos y ofrendas) con ojos cerrados a sus líderes religiosos?” Para quienes desconocen esta forma de manipulación es de admirarse de lo fácil que es recabar ingentes sumas de dinero de los fieles que asisten a sus iglesias regularmente, aunque éstos se endeuden con la luz, el agua y el teléfono de sus hogares. Resulta que según las enseñanzas de estos pastores protestantes, una persona no perderá su salvación si no ofrenda o diezma regularmente, aunque si es “desobediente” a esta práctica bíblica, su vida se verá llena de problemas y maldiciones. Si no diezma todos los meses y no ofrenda con generosidad, el “hermano” o “hermana” sufrirá el castigo divino de muchas formas: le faltará el pan, sufrirá una dolencia, perderá su casa, su trabajo, tendrá un accidente, tendrá deudas, o cualquier otro infortunio. Así que es mejor diezmar y ofrendar para que “las ricas y abundantes bendiciones bajen del cielo para su vida”.

La evidente hipocresía de estos pastores llega al extremo de decir que Dios no abolió el diezmo, y que el alfolí no es otra cosa que las arcas de la iglesia que lideran. Pero cuando se trata de guardar el sábado allí sí la ley fue abolida. ¡Eso fue para los judíos, nos dicen! No es que esté fomentando la guarda del sábado, sino que quiero señalar lo inconsecuentes que son los evangélicos. Al menos los Adventistas del Séptimo Día son más consecuentes en este respecto cuando guardan ambas cosas. Pero además, los pastores evangélicos defienden el diezmo manipulando la Biblia y astutamente le dicen a su feligrés, “De que vale que yo pida por ti si no has dado tus diezmos y ofrendas al Señor (…¡ al señor pastor!), aunque yo ore, Dios no te va a escuchar y a bendecir, así que acércate a la tesorería primero y cumple con tus diezmos y ofrendas y verás que milagrosamente Dios te responderá con creces.”

Por cierto, si la bendición no llega a tiempo después de haberse “puesto al día” con el Señor, los pastores tienen otra salida bien pensada, y les dicen irónicamente: “Ay, mi hermanita querida, usted debe estar viviendo una vida de pecado y de mundanalidad. Usted necesita asistir más a la iglesia y trabajar más para la “causa del Señor”. Y como se la hace sentir culpable, la hermanita se someterá a los dictados del pastor, y se “pondrá las pilas” para seguir trabajando para la causa de su pastor, que es, traer más ovejas para obtener más lana.

Ahora bien, si nos basamos en la Biblia, veremos que las bendiciones del Señor vienen, no porque uno haya dado el diezmo, ya que según se cuenta en la Biblia, Salomón fue enriquecido o bendecido sólo cuando pidió SABIDURÍA Y CIENCIA, y no porque cumpliese con el diezmo (ver 2 Cró. 1:10-12).

GEMELOS TORCIDOS


Un estudio sobre el Neopentecostalismo

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)


Antes de hablar de la firma apóstata del los tiempos últimos, que es el neopentecostalismo carismático, haremos una reseña breve del carácter herético del montanismo que surgió hace casi veinte siglos, y que tienen una relación muy íntima en su línea doctrinal de aquél.

El Montanismo se levantó en el año 165 d.C., cuando Montano, ex-sacerdote pagano que abrazó el cristianismo, empezó a proclamar por medio de una torcida profecía la nueva era del Espíritu que se caracterizaba por su extrema y redundante espiritualidad. El movimiento fue conocido como la Herejía de Carafrigia y, desgraciadamente, compenetró en las Iglesias cristianas de aquella época. Hubo gran problema para condenar a Montano y sus secuaces, ya que el cristianismo que seguían era fundamentalmente ortodoxo, excepto por el oscuro y contrario heretismo que emanaba de las ideas dislocadas de Montano que leudaba toda la masa. Los montanistas se subordinaron a la autoridad del sistema eclesial de sus maestros, que ponían énfasis en el hablar en lenguas y de profetizar. Uno de sus líderes, una mujer, Maximilla, vaticinó que el fin el mundo llegaría un poco tiempo después de que muriera. Ellos Predijeron además que la Nueva Jerusalén habría de descender en las ciudades de Pepuza y Tymión, en Frigia, ciudades que fueron consideradas como santas. Montano decía que el Espíritu Santo hablaba por medio de él. Ponía sus profecías a la par de las Escrituras o mayores que éstas. El errado movimiento fue condenado por los concilios de Asia Menor. Ireneo de Lyón fue acérrimo enemigo que luchó contra él. Tertuliano, quien propuso la errada idea Trinitaria, aprobó el montanismo, incursionándolo en su vida, pero nunca aprobó los excesos espirituales de él, y a causa de su influencia, pudo lograr mermar la característica volátil de las emociones mistificadas que distinguían a la secta. Por fin, no fue sino hasta el siglo sexto d.C. que el montanismo se libera de sus extremos profecías espirituales, suceso dado en el Norte de África.

El movimiento neopentecostalista carismático, al igual que el montanismo antiguo, se caracteriza por las exageraciones y desvíos espirituales. El creyente recién enlistado en las filas eclesiales, se le anima a profetizar y casi se le obliga a hablar en lenguas, ya que este último, según ellos, «es la garantía del bautismo del Espíritu Santo». Lejos de hablar en lenguas bíblicas, es un lenguaje oscuro, incomprensible en lo absoluto; un balbuceo que raya en el absurdo, que rompe con el concepto verdadero de las lenguas habladas en el día del Pentecostés y que dieron testimonio a los gentiles de la grandeza y las maravillas del Dios vivo:

«Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Moraban entonces en Jerusalén judíos piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se junto la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno nuestras lengua en la que hemos nacido?» (Hechos 2:4-8).

Es evidente que estos hombres santos, al ser llenos del Espíritu Santo, empezaron hablar lenguas extrañas, pero extrañas en el sentido de que eran lenguas terrenales extranjeras y conocidas por el Mundo Antiguo de ese entonces, familiares para los extranjeros, mas a los santos que las hablaban, inentendibles. Cada uno de los extranjeros allí presentes en ese día glorioso, podían escuchar según su idioma las maravillas del Dios del cielo, fascinados por aquellos hombres llenos del Espíritu Santo que las hablaban de una forma sobrenatural (Hech. 2:7-12), por voluntad divina. La magna obra de Dios para el alcance de los gentiles, empezaba con tan histórico e importante evento, para la conversión de ellos:

«Fui hallado de los que no me buscaban;
Me manifesté a los que no preguntaban por mí.»
(Romanos 10:20).

Vemos, pues, de una manera clara, que aquellos hombres entendían los propósitos del Divino por medio de sus lenguas gentilicias, al oírlas, cosa que es diferente del hablar en lenguas de hoy en día, imposibles de entender y que no trascienden para edificación espiritual, porque no se sujetan al canon bíblico, siendo contrarias a las que se dieron en el día de Pentecostés como lo hemos podido ver: Una glosolalia muy parecida, más bien dicho, igual a la de los gurús de la Nueva Era y que los satanistas además practican con denuedo. Alguien dirá, entonces, preguntándose, ¿a qué se refiere el apóstol Pablo cuándo menciona?: «Si yo hablase lenguas angélicas». Pablo explica, usando la hipérbole en la ocasión, que aún aquel que hablase lenguas angélicas, cosa que nunca fue, si no tuviese amor, de nada le serviría el hablarlas. Aquí, muchos excusan que la jerigonza o lenguaje oscuro, es un lenguaje angelical, pero vemos que Pablo usa la exageración literaria, la hipérbole, en la circunstancia como para decir: «Aunque viera yo un ángel venido del cielo, ¿de qué serviría, si no tengo nada de amor?» Así, las lenguas oscuras hogaño, son interpretadas de manera antibíblica, cuya manifestación tienen origen en un estado emotivo altamente desorganizado, por una percepción incorrecta a causa de la ignorancia, de la Palabra de Dios, cuyo detonante es, a parte de lo dicho, un ambiente propicio espiritual falso, nebuloso y de mucha calentura: Todo un logro, desgraciadamente plausible en las congregaciones cristianas, por la influencia hipnótica de los líderes espirituales que han conciliado gratamente los extraños fuegos que vienen del ocultismo y del misticismo pagano.

El don de lenguas verdadero, dio como resultado en ese tiempo pasado idiomas extranjeros terrenales conocidos, que para muchos eran incomprensibles por no estar familiarizados con ellos, como hay chinos que no entienden español, ni rusos el griego, pero que eran interpretados (lenguas) por quienes Dios les daba capacidad para hacerlo (1 de Corintios 12:11), de esa manera eran develadas las maravillas y propósitos celestiales para el crecimiento y edificación espiritual de las Iglesias en sus tiempos primeros y que lo ejercitaban con orden sumo, y no como ahora, que es grotescamente todo lo contrario: Un verdadero escándalo y desorden. Cuando Pablo refiere que el Espíritu habla misterios, no se refiere a un lenguaje articulado incomprensible, sino los misterios de Dios que una vez estuvieron ocultos para los hombres pero que ya han sido revelados para nosotros como creyentes por medio de su Palabra Santa. Por ejemplo, al leer la Biblia, nos enteramos del amor de Dios para la salvación de los gentiles:

«Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; Si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio. . . » (Efesios 3:1-6).

La Biblia dijo que el hablar en lenguas y el profetizar deberían hacerse en orden. Actualmente, quienes hablan jerigonza o profetizan aparentemente, lo hacen en las iglesias inversamente a lo propuesto en el sagrado canon y cuyo cumplimiento ya fue. Las Iglesias carismáticas pentecostalistas tienen esta marca distintiva; además, los brincos, gritos y música estruendosa como el Rock Cristiano, el Regetón Cristiano, y el mundano Mariachi mexicano (y conste que soy mexicano) no pasan desapercibidos dentro de ellas, rompiéndose el marco correcto de la buena regla eclesial.
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Pablo habla al respecto, así:

«Si habla alguno en lengua extranjera, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay interprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios» (1 de Corintios 14:27-28).

En esta época moderna, se aprecia en los cultos cristianos el rugido unísono gutural de muchos que dicen hablar en lenguas (no las bíblicas, entiéndase nuevamente).
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Los templos son estremecidos por gritos absurdos, con gemidos que parecen en algunos casos hasta de animales en medio de una agitación demente. Cuando viene el silencio después de tan tremendo bullicio, es frecuente que alguien se levante y hable jerigonza y otro interprete lo que se anuncia en un idioma supuestamente angelical, y lo más extraño, se interpreta algo que es totalmente conocido por los que oyen en las congregaciones, nada nuevo ni revelante, siendo un ejemplo lo siguiente: «Dios te ama hermano, me lo ha hecho saber personalmente». «Vengo pronto». «Hay pecados en mi Iglesia». «No diezmáis como lo he indicado en un principio», etc. Yo pregunto: ¿Por qué Dios ha de tomarse la molestia para anunciar cosas que de antemano sabemos? ¿No están escritas ya en su Palabra? Sólo los desapercibidos y de vista corta espiritual creen lo contrario, y es por la total ignorancia de las ordenanzas del cielo que están escritas en el Libro Santo.

«. . . . pues Dios, no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos» (1 Corintios 14:33).

Espero que muchos que lean este artículo, puedan entender la visión falsa que está consumiendo la vida espiritual de muchos, a causa de su necedad, orgullo e ignorancia espiritual. El vaticinio de la apostasía de los postreros tiempos habrá de cumplirse, y no habrá nada que detenga el que muchos sean engañados. Cristo y sus apóstoles, fueron muy claros en este asunto.

Para terminar, les dejo el siguiente versículo, exhortándolos con todo el corazón a que lo lean como nunca lo han hecho, con mucho detenimiento, y que lo mediten cómo nunca lo han hecho. Considérenlo de gran manera para sus vidas espirituales:
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«. . . pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará» (1 Co.13:8).

Dios les bendiga siempre, hermanos y amigos míos.

ANTITIPO

Dr. Javier Rivas Martínez (MD)


Los tipos del sacrificio expiatorio, cuyo Antitipo es Jesucristo, son descritos en el Antiguo Testamento y anuncian la Gracia Redentora para los elegidos de Dios que han sido justificados por medio de la muerte de Jesucristo (Cap. 5 de Ro.; cap 1, 2 de Ef.; Jn.3:16). Podemos ver en el libro de Génesis, como Dios suple la necesidad de la desnudez del hombre al proveerlo de pieles de animales sacrificados. Aunque no se menciona el sacrificio de dichos animales, se infiere sin ningún problema. Este acto del Soberano Dios en Adán y Eva, prefigura la muerte expiatoria de Jesucristo en la Cruz del Gólgota (Gn. 3:21).

Otro tipo, es el sacrificio levítico de animales puros, en el día de la expiación para los pecados de los sacerdotes y del pueblo judío (yom kippurim), que se llevaba a cabo anualmente. El yom kippur, es la topología representativa más importante de la obra redentora de Jesucristo (Lv. 23:26-32). Pero en el libro de de Isaías se revela el «siervo sufriente», un ser humano, el Hijo de Dios, el Antitipo que librará al hombre de los efectos letales del pecado por medio de un sacrifico expiatorio cruento y único, justificándolo ante Dios para salvarlo y hacerlo idóneo para el Reino Venidero Terrenal de Mil Años (Ap. 20:6):

«Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, vera linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada» (Is. 53:10).

El Bautista llama a Cristo, «el Cordero que quita el pecado del mundo». Conocía perfectamente bien que la expiación anual conforme al rito levítico de sacrificios (Lev. caps. 16, 17) era a través de animales puros, o sea, sin defecto alguno. Es por eso que relaciona a Cristo con un animal de esas características, un «cordero sin mancha», que alude el carácter santo y puro que hacía capaz al impecable Señor para la consumación redentora del inherente pecado en el hombre (Jn.1:29; Heb.7:26).
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Importante es mencionar, que el alcance de expiación para los pecados mediante el culto levítico, era limitado a Israel, pero el sacrificio salvador del Cordero Pascual, se establece para alcanzar a todo pecador en cualquier lugar del mundo, que ha creído en el Mesías de Israel:

«. . . el cual quiere (Dios) que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad» (1 Tim.2:4).

«. . . que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados». . . (2 Co.5:19).

El Cordero fue inmolado y la sombra inhabilitada. Y no sólo para justificar al hombre malvado ante Dios con su sangre preciosa (Ef.1:7), ni únicamente para darle vida en su resurrección al dislocar la muerte que era inquebrantable por el pecado (1 Co. cap. 15), sino para cumplir el propósito final de Dios por medio de Jesucristo en su segunda venida que es la consumación de la salvación, manifestada en la entrega de la Herencia del Reino Venidero en la Tierra a los santos y fieles redimidos (Mt.5:5), de acuerdo a las promesas veterotestamentarias dadas a los profetas :

«En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel» (Is.4:2).

«. . . que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero» (1 P.1:5).

«Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo» (2.P:1:11).

Dios les bendiga.

ADVENTISMO Y EVANGELIO

El Adventismo ha sido estorbado mucho en la proclamación de su mensaje debido a que muy pocos saben qué es en realidad el evangelio eterno. Los Adventistas del Séptimo Día no han comprendido que el evangelio es "las buenas, alegres, y felices nuevas que hacen que el corazón cante y que los pies dancen". No han reconocido que no tenemos que ser buenos para ser salvos, pero sí tenemos que ser salvos para ser buenos. No se trata de quiénes somos, sino de a quién pertenecemos. ¡Cuán bueno es Dios! "No hay nada que podamos hacer para que Él nos ame más, ni nada que podamos hacer para que nos ame menos". Sólo el evangelio, quebrantando el corazón, puede hacer posible el cumplimiento de la esencia de la ley, que es el amor desinteresado. Así, por fe, la ley es confirmada, no abolida.

Sin embargo, éste no es en absoluto el caso cuando se trata de la tradicional interpretación Adventista del santuario, 1844, y el Juicio Investigador. Esta interpretación depende, no de claras declaraciones didácticas de la Escritura, sino de una prolongada serie de suposiciones e inferencias, la mayoría de las cuales son altamente debatibles. Los Adventistas han establecido conclusiones dogmáticas allí donde la honestidad debería obligar una confesión de que la evidencia es o ambigua o contraria a las tradicionales afirmaciones Adventistas.

LOS APTOS AL REINO DE DIOS

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)


Apto, ta. (Del lat. aptus). adj. Idóneo, hábil, a propósito para hacer algo.

La muerte y la resurrección de Cristo hacen posible que el creyente fiel pueda ser trasformado en cuerpo de glorificación (1 Co. cap. 15) para hacerlo apto al Reino de Dios en la Tierra cuando sea regenerada, según Ro.8:21. Es imprescindible, ante todo, que se crea que Cristo es el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, el Mesías y Rey futuro terrenal, que vino a redimir o a comprar con precio de sangre a los que han creído en él (Jn.3:16; Ro.10:9-11). Quién no crea que Cristo es el legítimo Hijo de Dios y en su Obra e Luz está bajo la ira divina y ha sido condenado, más el que crea en él, será salvo (Jn.3:36). «Inmediatamente después de la gran tribulación final o de aquellos días» (Mt.24:29), Cristo será visto por las multitudes en lo alto del cielo en las nubes viniendo al mundo con sus santos ángeles en gran poder y gloria (Mt.24:30; Jud.14; Ap.1:7), para sentarse en su trono de gloria en Jerusalén con el fin de juzgar a las naciones de la Tierra (Mt. 25:31-46), para poner a sus santos creyentes a su derecha salvadora para que participen de la herencia terrenal, en un mundo trasformado y de abundantes bendiciones (Zac. 14: 4; Mt.5:5), para que reinen junto a Cristo como co-herederos de la promesa que fue hecha a Abraham mucho tiempo atrás y que concierne a judíos y gentiles (Gn.12:2-3; 14:15-16; Ro.3:29; Ga.3:14-16, 29). El Reino Milenario de Cristo será uno de gozo pleno (Is.9:3-4; 12:·3-6; 42:1: Jer.30:18-19; Sof. 3:14-17; Zac. 8:18-19; 10:6-7), será un Reino de carácter santo (Is.1:26-27; 4:3-4; 35:8-9; 60:21; 61:10; Jer.31:23; Ez. 36:24-31; 37:23-24; 45:1; Jl.3:21; Sof.3:11), habrá en él consuelo cómo nunca lo hubo antes en el mundo seglar (Is.12:1-2; 29:22-23; 30:26; 40:1-2; Jer. 31:23-25; Sof. 3:18-20; Ap. 21:4), será un Reino esplendoroso, de manifestación gloriosa absoluta (Is.24:23; 4:2; 35:2; 40:5; 60:1-9), un Reino de justicia que abarcará la Tierra en general (Is. 9:7; 11:5; 32:16; 42:1-4; 65:21-23; Jer. 23:5; 31:23; 31:29:30), el conocimiento de Dios será excelso, sin parangón en el Reino de Cristo (Is. 11:1-2, 9; 41:19-20; 54:13), será un Reino que no permitirá las enfermedades ( Is.33:24; Jer. 30:17; Ez. 34:16), un Reino que no permitirá los desmanes, los pleitos ni disturbio alguno (Is. 14:3-6; 42:6-7: 49:8-9; Zac.9:11-12), será un Reino de labores y trabajos organizados y de equidad (Is. 62:8-9; 65:21-23; Jer. 31:5; Ez. 48:18-19), de bendición material en el que no habrá pobreza ni miseria (Is.4:1; 35: 1-2, 7; 30:23-25; 62:8-9; 65:21-23; Jer. 31:5, 12; Ez.34:26; Mi.4:1, 4; Zac. 8:11-12; Ez. 36:29-30; Jl. 2:21-27; Am. 9:13-14), será un Reino dónde aumentará la luz del sol y de la luna (Is. 4:4; 30:26; 60: 19-20; Zac. 2:5), un Reino sin fronteras y de luz para la intercomunicación universal humana (Sof.3:9), solo habrá en este Reino una adoración de parte de los creyentes redimidos, y será para su Dios Salvador (Is.45:23; 52:1, 7-10; 66:17.23; Zac.13:2; 14:16 Sof.3:9; Mal.1:11; Ap. 5:9-14), será un Reino de comunión con Dios (Ez. 37:27-28; Zac. 2:2; 10:13; Ap. 21:3). Al terminar los mil años del Reinado de Cristo en la Tierra (Ap.20:20:27), éste entregará el Reino al Dios Padre (1 Co.15:24-25) y el Reino Eterno de Dios vendrá a continuación; en el aparecerán Cielos Nuevos y una Tierra Nueva «porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar no existía más» (Ap.21:1. Ver además Is. 65:17; 66.22; 2 P. 3:13). Por siempre se encumbrará la felicidad: no habrá sufrimientos ni más dolor, la muerte desaparecerá de manera definitiva, los clamores dejarán de ser, ni las endechas se cantarán ya, el hostigoso e inclemente dolor que ha provocado gran amargura y desesperación en la humanidad dejará de ser también para siempre (Ap.21:4). En fin, toda maldición nunca más será vista en la Nueva Tierra (Ap.22:3).

El Reino Milenario de Cristo, maravilloso y pleno, únicamente lo recibirán los que hayan conocido perfectamente bien la doctrina del Dios del cielo para sujetarse a sus estatutos y ordenanzas, o sea, los que estén fuera de toda denominación que se dice ser cristiana, porque las denominaciones separan y contienden por sus diferencias dogmáticas y que muchos de ellos son heréticas y de condenación. . . y porque el verdadero Cuerpo de Cristo es uno (1 Co.1:10-13; 12:12-27), y una la sana doctrina (Jn.7:17-18; Ga.1:8). Este glorioso Reino es exclusivo para los aptos que han creído que Dios es Uno (Is. 43:10-11; 44:6; 45:18; Jn.17:3) y no «tres en uno», idea que viene de la conciliación del platonismo griego con el pensamiento hebraico de los primeros siglos de la Iglesia de Cristo. Es apto únicamente para quienes piensa que Cristo es Hombre y no Dios (1 Tim. 2:5; Mt.12:32, 37, 41; 19:28; 24:30, etc. ), para quienes no abracen la peligrosa y mundana Doctrina de la Prosperidad que invierte las añadiduras por el conocimiento del Reino de Dios (Mt.6:33) que habrá de ser izado en la Tierra redimida en la segunda venida de Cristo (Dn.2:44: 7:13-14, 18, 22, 27; Lc.21:27; Tit.2:13; Ap. 20:4-6), ni para los que practiquen actos abigarrados y ofensivos a Dios en las congregaciones de Cristo (¿?) y que se manifiestan en una esfera de falsa espiritualidad y desorden tenebroso, de furor místico y emocional, vistos frecuentemente en los grupos pentecostalistas carismáticos que se encuentran influenciados por sus líderes hipnotistas «apacigua conciencias». Este Reino Terrenal tan solo será para los que esperan en la resurrección futura de sus cuerpos para vida eterna (Jn.5:29a; 1 Co. 15:12-20; Ap.20:5-6), y que no esperan vivir en el «Tercer Cielo» de Dios (2 Co.12:2) a través de un «alma inmortal» (Ec.9:5-6), que es una falsa idea doctrinal que se originó en el pensamiento de los griegos platónicos paganos y que se introdujo sutilmente en la Iglesia de Cristo en el principio de su fundación .
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Amigo que profesa el cristianismo, bisoño o profesante de considerable tiempo, si usted no llena los requisitos anteriores y conciente los aspectos negativos de los que hablamos, tenga por seguridad que su vida espiritual está gravemente en peligro. Muy comprometida en potencia para perdición. Todo este engaño apunta paulatina y descaradamente a la culminación de la apostasía profetizada de los últimos tiempos, cuyo origen es demoníaco (1 Tim. 4:1). El Espíritu dice con claridad, que los cristianos que un día conocieron la verdad, la abandonarán, y aún estando es sus congregaciones aprobarán un evangelio diferente (Ga.1:7-9).

Hermano que nos visita: ¿De qué lado está usted? ¿Está seguro de haber creído adecuadamente para salvación?

Para terminar, les dejo a todos ustedes un texto que los hará reflexionar para su bien, el cual nos importa mucho. Por eso escribimos estas cosas para que caminen la línea recta que lleva a la consumación de su salvación (1 P.1:5):

«Porque les digo a ustedes, que no van entrar en el reino de los cielos a menos que su justicia supere a la de los fariseos y de los maestro de la ley» (Mt.5:20).

Dios les bendiga siempre hermanos y amigos que nos visitan con una mente abierta para comprender las realidades y propósitos espirituales de Dios para el hombre convertido.

Amén.

LA FARSA DE ULTRATUMBA

Por el Dr. Javier Rivas Mtz (MD)


«Espiritismo: Se define como la creencia que los espíritus de los muertos se comunican con los vivos y manifiestan su presencia a los hombres».

Algunos científicos como Alfredo Rusell Wallace, Sir William Crookes, y Sir Oliver Lodge se inclinaron al espiritismo. El Famoso médico psiquiatra, Carl Jung, fue entregado al espiritismo, y comentaba que tenía un espíritu guía. Las Escrituras advierten con juicio severo a los que incursionan en el espiritismo, a aquellos que tienen espíritus familiares o de muertos (Lv. 20:27), y previenen a los creyentes en contra de nefanda práctica demoníaca (Lv. 20:6; Is. 8:19, 20).

Ejemplos en la Biblia tenemos de espiritismo: La adivina de Endor (1 S.28:3, 14), Elimas el mago (Hech. 13:6-12), la mujer con espíritu de adivinación (Hech. 16:16-18), que eran dirigidos por el mismo diablo para el alcance de sus propósitos de engaño y destrucción (1 Tim. 4:1).

La Biblia es clara en decir que las personas que han muerto están completamente ausentes de su conciencia. No saben nada, no sienten, dejan de ser afectivas, como lo podemos ver en el siguiente texto bíblico del Antiguo Testamento:

«Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en el olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol» (Ec. 9:5, 6).

He visto (bastante enojado, por cierto) programas en que los llamados «médiums» se comunican con supuestas personas acaecidas, para dar mensajes a sus familiares cercanos que todavía existen. Si la Biblia dice que su amor ya pereció con ellos, ¿cómo es posible que puedan expresar amor, al estar precisamente muertas, con palabras de consuelo y afecto a sus seres queridos? Esto viola lo que la Biblia dice al respecto: que los muertos nada saben, y si nada saben, lógicamente nada dirán, debido a que sus mentes han sido puestas en el olvido indefectiblemente, en otras palabras, han dejado de existir al morir. Sólo el diablo rompe con las reglas de la verdad, pudiendo engañar en este sentido a los pobres ignorantes y desconsolados por la pérdida de algún familiar amado haciéndolos creer que son ellos comunicándose del «más allá». De esa manera, los conduce a la perdición muy fácilmente.

El diablo es un estafador de primera línea, de grado triple A, y sus adeptos infernales, no dejan de serlo también. Hoy por hoy, cada vez más, las personas buscan ayuda en los estafadores espirituales que les cobran sumas altas de dinero para contactarlos con sus familiares que perecieron (¿?), y, a parte, la condenación que se echan sobre sus hombros y espaldas por considerar esta clase de iniquidad tan abominable para Dios, producto de su no conocer las ordenanzas bíblicas. Terminarán mal, si no desisten, en cualquier momento de sus vidas.

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan con gusto.